A medida que el mundo se vuelve más complejo el papel de las computadoras es cada vez más importante en la actividad económica actual. Entendemos por analfabeta a aquel individuo que no sabe leer ni escribir, pero seguramente usted habrá escuchado hablar del analfabetismo funcional.
Analfabeta funcional es aquella persona que no maneja absolutamente nada de computación. Quien no tiene el conocimiento sobre cómo encender y apagar una computadora y utilizar aunque sea superficialmente un procesador de texto o una hoja de cálculo, es un analfabeta funcional. Sus posibilidades de avanzar en la vida son ciertamente muy remotas.
El siglo XXI está dominado por la llamada “Ley de Moore”, la cual establece que la velocidad de un procesador debe duplicarse cada seis meses. En estas condiciones los equipos de cómputo se vuelven obsoletos en sólo un par de años y la tecnología avanza a una velocidad superior a la de la luz.
Cuando inició la era de la computación muchos jóvenes pensaron que era la carrera del futuro, pues todo sería pronto dominado por las computadoras. En esto no fallaron, sólo que pusieron la Lic. en Informática de moda y pronto la saturaron, hoy los egresados de licenciaturas e ingenierías relacionadas con la computación están enfrentando demasiada competencia, y aunque trabajo siempre habrá los salarios están muy lejos de parecerse a los que percibían los egresados de hace dos décadas. Afortunadamente aún hay muy buenas oportunidades en el ramo de la informática, y la más importante desde mi punto de vista es la programación.
Si, como decíamos, la “Ley de Moore” domina el panorama tecnológico actual y los equipos de cómputo se vuelven obsoletos con gran rapidez, esto pone de manifiesto la necesidad de software cada vez más complejo, rápido y eficaz en la solución de las necesidades de cómputo.
Si usted observa, el equipo de cómputo: el hardware, se vuelve obsoleto demasiado rápido. Pero el software se vuelve obsoleto a la par. Los programas de cómputo requieren ser actualizados para funcionar correctamente en los nuevos sistemas operativos. Por lo tanto podemos asegurar que la industria de la programación de computadoras ofrece trabajo permanente a quienes entran en dicho ámbito.
Es difícil, ciertamente. Muchos estudiantes de informática y sistemas computacionales que conozco, odian la programación. Requiere cálculos matemáticos, conocimientos de códigos complejos, y muchas pruebas finales. Un ligero error puede llevar a la revisión del código nuevamente, más cálculos y cientos de compilaciones antes de llegar al producto terminado. Pero la recompensa es grande. La programación convirtió a Bill Gates en el hombre más rico del mundo, así que también puede haber esperanza para usted.
Si está pensando que no encontrará una empresa de software que lo contrate en su ciudad, entonces puede recurrir al autoempleo. Simplemente busque una necesidad que puedan tener empresas o individuos, haga uso de su creatividad para diseñar un programa que solucione dicha necesidad, y estará listo para ofrecerlo a las empresas o personas que conozca, buscar financiamiento para comercializarlo en grande, o promocionarlo por Internet.
Las estadísticas muestran que más de la mitad de las ventas generadas a través de Internet son precisamente de software, hardware y juegos para pc. Así que tiene usted un mercado muy grande, un mercado de varios millones de dólares esperando.
Si su preocupación es más bien que no dispone del tiempo suficiente para inscribirse a una carrera universitaria por tres o cuatro años, tampoco tiene de qué preocuparse. Las carreras universitarias tales como la Licenciatura en Informática o la Ingeniería en Sistemas le enseñarán de todo: Desde ensamblar una computadora hasta tender una red, incluso aprenderá contabilidad y cálculo diferencial e integral. Dado que usted sólo necesita programar, una carrera técnica en programación de un año o año y medio sería una solución accesible en tiempo y dinero.
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