miércoles, 18 de mayo de 2011

Economía

Economía




El mundo está haciéndose cada vez más pequeño, la telefonía celular y el internet han acortado las distancias, estamos en la era de las telecomunicaciones y en los próximos años esta tendencia seguramente continuará. Como ciencia encargada del estudio de la optimización de recursos y la generación de riqueza, la economía seguirá siendo una de las profesiones con mejores oportunidades durante los próximos años. 

Hasta finales de la década de los 70's del siglo pasado gobernar requería más de conocimientos políticos y de negociación que de análisis económicos, las políticas económicas aplicadas hasta entonces en la mayoría de los países fueron más bien populistas y orientadas a ganar la simpatía y el voto de los ciudadanos, para asegurar la permanencia en el poder de individuos, grupos o partidos políticos. La idea de un “Estado Benefactor” fue muy bien recibida en todo el mundo, porque brindó a la gente el acceso a un sistema de seguridad social, beneficios laborales y pensiones vitalicias al llegar la edad de jubilación.

Pero a partir de los 80's quedó claro en la mayoría de los países que tales políticas habían generado más problemas de los que pretendían resolver. El “Estado Benefactor” era ahora ineficaz en la solución de la problemática que se avecinaba, ante la expectativa de quiebra de los sistemas de seguridad social, bancarios y de pensiones, los elevados índices de inflación, las crisis económicas, las devaluaciones, el desempleo y otra gran cantidad de problemas principalmente macroeconómicos. 

El mundo comenzaba a hacerse más pequeño, la antigua economía mundial daba paso a una apertura sin precedentes en los mercados de bienes, financieros y de factores. Caía el muro de Berlín, terminaba la Guerra Fría y los países que hasta entonces integraban el bloque comunista orientaban sus políticas hacia la economía de mercado. 

Hasta la década de los 80's los gobernantes de los principales países lationoamericanos habían sido abogados o militares, pero a partir de esa década el poder pasó a los economistas. Aunque se les tache de neoliberales, de tecnócratas y tantos adjetivos nada agradables, no se puede negar que fueron ellos quienes terminaron con el populismo en la mayor parte de los países, lograron la tan anhelada estabilidad macro y dieron fin a caóticas espirales inflacionarias que habían sido el dolor de cabeza en países como Brasil, Argentina, Bolivia o México. 

Los años venideros serán sumamente excitantes y retadores para los profesionales de la economía, especialmente en América Latina. Con tantos problemas por resolver como es el número creciente de adultos mayores que demandarán atención médica y pensiones, ¿Cómo podrán pagarse dichas pensiones sin aumentos excesivos en impuestos a los contribuyentes ni llevar al gobierno a un escandaloso déficit fiscal?. Por otro lado, la competencia cada vez mayor de los países asiáticos y las ex-repúblicas soviéticas seguramente requerirá estrategias y acciones para ganar dicha competencia atrayendo inversión y empleo hacia nuestra región. 

La economía es, y seguirá siendo una de las profesiones más demandadas y mejor pagadas en América Latina y el mundo entero. Además, como ciencia ofrece múltiples posibilidades en áreas como la investigación, docencia y análisis, en gobierno e instituciones públicas, empresas privadas, bancos centrales y un creciente número de organismos internacionales. 

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